Vacaciones en la Isla del Tesoro
Definitivamente acerté cuando decidí pasar mis vacaciones en esta pequeña isla desierta del Océano Indico. 37 grados latitud Sur, 99 grados longitud Este era la situación exacta de aquel islote sin nombre al que algunos llamaban la Isla del Tesoro. Apenas era un trozo de roca hueco rodeado de una pequeña playa. El océano con el tiempo había erosionado la roca creando una peculiar cueva que atravesaba la isla. Apenas unas cuantas palmeras y algunas plantas cubrían la superficie que escasamente se elevaba sobre el nivel del mar.
La calma total tumbado en la hamaca de la choza que coronaba el islote; Un par de grandes tortugas y un loro de plumas celestes y doradas eran mi única compañía. La ligera brisa del oceano me acompañaba durante todo el día, y por la noche bajaba a la playa a las puertas de la cueva a beber algo de ron sentado junto a una hoguera.
De repente desperté sobresaltado en el sofá empapado en sudor. Eran las doce de la noche y el camión de la basura pasaba por debajo de mi ventana con un ruido ensordecedor. Hacia tanto calor… y yo tenia tanta envidia de mi alter clickego.
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